jueves, 25 de noviembre de 2010
Enter the cove
Hoy que es dia de acción de gracias es buen día para empezar, y que mejor que empezar con la nueva película de Gaspar Noe, este argentino afrancesado que se ha dedicado a molestar a las buenas conciencias con una cámara y miles de ideas transgresoras.
En este mundo en que ya no debería de asustarnos nada, en un mundo donde redes de pederastia cobijadas por iglesias subsisten al lado de ejércitos infantiles o canibalismo, todavía hay quien acusa al director de efectista; y no precisamente por su manera de usar la cámara, que es ya en sí motivo suficiente para ver Enter the Void.
Gaspar Noe nos invita a acompañar a dos hermanos huérfanos desde muy niños a su lucha por la supervivencia en un Japón asombroso por sórdido y luminoso (en todo un viaje visual vamos a sobrevolarlo, entrar a los lugares más íntimos, de verdad íntimos, a penetrar células, cuerpos, tugurios, hoteles, maquetas, aviones)
Atestiguaremos lo sórdido y lo bello de la humanidad acompañados del Libro de los muertos como nuestra mayor promesa y un hit de DMT como antecedente de que todas nuestras esperanzas pueden ser ilusorias, de que nuestra eternidad puede durar entre 6 y 15 minutos.
Con viajes como estos uno vuelve a creer en el cine, uno recuerda que es algo más que las nuevas atracciones, las nuevas tecnologías, que a veces podemos remitirnos a lo profano y a lo místico gracias a una propuesta. No es una película fácil pero sí, imprescindible, cine visceral y auténtico en que las actuaciones, la música y toda la parefernalia pasa a segundo término no por vanas sino por efectivas y para cederle paso a la cámara que es nuestra cosmovisión.
Gaspar Noe
Enter the void
No creo que proximamente en tu cine favorito, quizás en alguna muestra.
When the movie is over fade to black.
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