Ahora no dirigida sino producida por Darren Arrenofsky, ahora no sobre un luchador de wrestling sino sobre dos hermanos boxeadores, uno que todavía (en el devenir de la película) no logra nada, y otro que llegó a su momento cumbre y de ahí no hizo más que caer; los hermanos Mickey Ward interpretado por Mark Walhberg (quien en la vida real practica boxeo de forma seria, lo que hace convincente su personaje y lo que quizás lo lleve a pelearse con Will Smith en una pelea para recaudar fondos proximamente) y Dickie Ecklund interpretado por Christian Bale (quien baja sube de peso, baja pero nunca baja en su intensidad y calidad interpretativa); estos dos hermanos y todas sus miserias salvan a la película de ser otra más de boxeador de zero to hero, de hecho una de las mejores secuencias no tiene nada que ver con boxeo sino con drogas, como el documental que la HBO hizo sobre Dickie Ecklund otrora promisorio boxeador ahora criminal; el drama y no la gloria...de ahí en fuera el clásico video de ascenso, de carrera que despega a partir de ese momento en que se decide decirle adiós a una vida vulgar y darle la bienvenida al compromiso donde cada quien debe pelear sus propias peleas. Pero Bale vale el boleto. Justo como en la ceremonia de pesaje para la pelea por el campeonato mundial, así le roba cámara el de reparto al protagonista.
When the movie is over fade to black
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