jueves, 9 de diciembre de 2010

Les enfants de Timpelbach


Por lo general, cuando tienes un niño pequeño, hijo, sobrino; y lo vas a llevar al cine, ya sabes que vas a aburrirte un buen rato, o a divertirte con lo ingenuo y absurdo de los filmes que vas a ver; poco a poco tienes que ir jalándolo hacia el lado obscuro, o diciéndolo de otra manera: evangelizándolo.
Ahora que no hay muchas opciones, pues no vivo digamos en California, New York o la India, ni siquiera en el Distrito Federal sino en Puebla; llevé a mi hijo y mi sobrina al cine...la oferta cinematográfica por estas fechas se reduce a las mismas películas infantiles repetidas en muchas salas con muchas copias con muchos horarios y yo seguiré renegando de Harry Potter hasta que muera.
Teníamos así esa no opción o Sammy en el pasaje secreto o Les enfants de Timpelbach que en realidad se anunciaba como Libres al fin y tampoco me daba muy buena espina. Definitivamente no me dejaron meterlos a ver Jack ass en 3d así que ahí voy con palomitas, dulces y refrescos que palien mi tormento por dos horas en que más bien disfrutaré la diversión de los niños que la película en sí; la primera sorpresa agradable del día se da cuando caigo en la cuenta de que la película está ligeramente desenfocada y mi hijo me lo hace notar, va a decirle al cácaro que arregle el problema y ya estoy de buenas y de ahí en adelante, viendo la película desde la misma escena de créditos iniciales no me queda más que estar más y más de buen talante. Que buena película, parece que en Europa si consideran a los niños seres inteligentes y no les hablan solo de superhéroes o magos. Irónicamente distribuida por Videocine y un poco demasiado regionalizado el doblaje, pero con una gran producción, guión, actuaciones; todo un universo infantil, como de verdad es la infancia: llena de rebeldía, inocencia, maldad, miedos, imaginación, melancolía y dolor. Que producción, que Depardieu, Adele, Ilona y Tilly, qué niños, y que niñas!!!. Fumando, bailando tango, bebiendo, disparando, peleando en una guerra civil que nos recuerda Pandillas de New York de Scorsese; pero también organizándose, procurándose comida y techo en un Señor de las moscas revisitado. Así si llevo a los chavales al cine

When the movie is over fade to black

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