Este es el tipo de películas que me hacen llorar, y lo digo en buen plan; no son los dramas ni los chick flicks sino las historias de triunfo, supongo que es bastante llevadero el sentirse solo si tienes una idea que genera una compañía valuada en cincuenta mil millones de dólares. De alguna manera podrás paliar el sentirte un desgraciado si la compañía que tenías presupuestada para expandirse a cincuenta universidades se expande con una pequeña ayuda de quién sabe (estupendo Justin Timberlake como Sean Parker, que tal esa escena en donde platica la historia del creador de Victoria´s Secret) moverse en esos círculos, hacer mancuerna con quien proyecta en grande; magnífica dicotomía entre la mentalidad de los socios, mientras uno andaba en el metro buscando patrocinio el otro se dejaba llevar por quien ya había vendido una idea, y podía vender mil más; es obvio que hay momentos en que tu socio inicial se queda chico ante tus expectativas y lo tienes que dejar ir, por muy despiadado que esto suene; así son los jóvenes ejecutivos de hoy en día (I´m the CEO motherfucker) no les estoy contando la película, todos conocemos el escándalo que surgió cuando acusaron a Mark Zuckerberg de robo de propiedad intelectual por los atletas Winklevoos (interpretados ambos por Armie Hammer) y a la vez de fraude por su socio y mejor amigo. De hecho uno de los méritos del filme es contarte una historia que ya te sabes, de una manera ágil y entretenida, una historia donde no hay tragedia sólo triunfo y un genial Jesse Eisenberg que va derechito a los Oscares por su interpretación de su Zuckerberg resentido casi autista.
Baby you´re a rich man.
When the movie´s over fade to black.
No hay comentarios:
Publicar un comentario